Este relato de la Sagrada Escritura, es figura e imagen de lo que había de tener lugar más tarde con la llegada de Jesucristo.
El mismo Señor hablando con Nicodemo le dice: «Como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es preciso que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo el que crea tenga vida eterna en él».
El Crucifijo, Cristo en la Cruz, es la salvación del género humano, el remedio para nuestros males.
Las serpientes y el veneno que nos atacan son nuestros pecados: egoismo, soberbia, pereza, envidias, murmuraciones, calumnias…
El Remedio: Mirar, besar el Crucifijo; es nuestra salvación, nuestro amor.
La Virgen siempre está junto al Señor en la Cruz.
Que Ella nos conceda la gracia de vivir la Pasión de su Hijo «con su corazón de Madre».
NOTA
Hoy me han «reenviado», «HABLA CON UN SACERDOTE» invitándome, con motivo del Coronavirus, a ser «sacerdote voluntario»
para escuchar y atender a las personas que deseen hablar con un sacerdote.
Me voy a enterar bien antes de aceptar esa invitación, que me parece muy acertada.
A lo que sí me comprometo, desde este momento, es a atenderos a todos los que recibís diariamente el comentario del Evangelio.
Mi teléfono es:
618846336.
A vuestra disposición.