Domingo de Resurrección

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Ponemos a vuestra disposición los siguientes enlaces para que no tengáis que salir de casa para oír MISA. En los próximos días traeremos más novedades para que poder celebrar la Cuaresma y la Semana Santa desde nuestras casas.

13 TV (13tv.es)
De lunes a sábado, a las 11:00.
Domingos, a las 12:00.

Vaticano (13tv.es)
De lunes a sábado, a las 11:00.
Domingos, a las 12:00.

RADIO MARÍA (radiomaria.es)
Escucharla por internet.
De lunes a sábado, a las 10:00.
Domingos, a las 10:00 y 20:00

Domingo de Resurrección. 12 de abril de marzo de 2020.

 

EL GRAN
ACONTECIMIENTO DE LA HISTORIA:
¡¡¡JESUCRISTO HA RESUCITADO!!!
¡¡¡CRISTO VIVE!!!
Así lo cuenta San Juan, tal
como él lo vivió:
«El primer día de la semana, María la Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro
Echó a correr y fue donde estaban Simón Pedro y el otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; e inclinándose, vio los lienzos tendidos; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en su sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la escritura: que él había de resucitar de entre los muertos».
(Jn 20, 1-9 ).
¿No te llama la atención la carrera de San Pedro y San Juan? Como este era
más joven llega antes al sepulcro pero no entra hasta que lo hace San Pedro,
Y dice San Juan que
«vio y creyó».
Y añade con sencillez, humildad y verdad:
«Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: «Que Él había de resucitar de entre los muertos».

Yo le pido a San Juan, que
nos conceda imitar su vida: Medita estas palabras del Evangelio:
-Muy de madrugada» -«Corrió». «Vio». «Entró». «Creyó».
-Era Domingo y estaba con San Pedro. Apenas habían dormido. Se habían levantado pronto. Pensaban en el Maestro constantemente.
¿Nos ocurre esto mismo a ti y a mí?.
-Salió corriendo hacia el Sepulcro.
¿Tú y yo vamos «corriendo»
en busca del Señor?.
-«Vio».
¿Por qué no vemos tú y yo?
Vamos a pedirle con la fe del cieguecito: «Jesús, que vea».
-«Entró».
Tú y yo hemos de «entrar»
en nuestro interior para conocernos a nosotros mismos y conocer a
Jesucristo.
-«Creyó».
Necesitamos, tú y yo, creer
como San Juan, con todo el corazón, para seguir a Jesús y dar la vida por Él.
DOS CONSEJOS:
1. De San Pablo: Que resucitemos con Cristo a una «vida nueva»: Buscar al
Señor.
2. Del Papa Francisco:
Remover la piedra del sepulcro: EL PECADO.


Jesus Mateo. Sacerdote.

Sábado Santo. 11 de abril de marzo de 2020.

Procesión de la Soledad

¡¡!REINA DE LOS APÓSTOLES!!!
Os hago una confidencia:
En más de una ocasión me he preguntado qué haría
Nuestra Señora, la Virgen,
el Sábado Santo.
Recuerdo que en las parroquias daba una Meditación hablando de la Soledad de María; y la acompañábamos rezando en su honor el Santo Rosario.
Pero a mí, personalmente, no me llenaba del todo esa idea de pena, de soledad y llanto de Nuestra Madre.
Estoy seguro de que Ella me entiende, y me voy a explicar.
Durante la Cuaresma y Semana Santa he estado leyendo, una vez más, un libro clásico y piadoso, «La Pasión del Señor», del P. Luis de la Palma, y precisamente hoy, Sábado
Santo, he leído sus últimas
palabras con las que termina el libro.
Dice, y estoy de acuerdo,
que la Virgen el Sábado Santo, era y es:
«La única luz encendida»,
«Nuestra esperanza».
«Madre amable, del buen consejo, prudente.
«La Virgen fuerte y fiel».
«Nuestra alegría».
«El refugio de los pecadores que no acaban de creer».
Todo esto, y mucho más es la Virgen en este día de
Sábado Santo.

Ella es Madre y es Reina de los mártires.
La Virgen es fuerte, es vida,
esperanza nuestra, es aurora, es luz, es refugio de los pecadores y Madre del Buen Consejo.
Este oficio ejerció la Virgen, y continúa ejerciendo, el Sábado Santo y todos los días del año.¿Cómo me imagino yo a la Virgen el Sábado Santo?
Ejerciendo de Madre.
Me explico. Veo a la Virgen dando «recados»
a San Juan para Pedro Santiago, Mateo…y para todos los Apóstoles que no se atrevían ir donde María por haber abandonado a su Hijo.
Y fueron llegando llorando.
¿Qué hizo la Virgen com ellos? Abrazar, besar, charlar, animar disculpar.
¡¡¡Qué charlas y qué cofidencias!!!
A todos disculpó y a todos animó.
Los cobijó como «una gallina a sus polluelos» como «una madre a sus hijos».
Así me imagino yo aquel y este Sábado Santo de la Virgen.
No sé qué harás tú. Yo me apunto a hacer la charla con Ella. Necesito, como los Apóstoles, sus caricias, su ternura.

 

Jesús Mateo. Sacerdote

Viernes Santo. 10 de abril de marzo de 2020.

Procesión de Regla de la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias Sacrificio y Penitencia.

Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor

Para los cristianos el Viernes Santo es el día
más triste y más misterioso del año.
¿Es posible creer que
Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre, haya muerto, en la Cruz, por
nosotros, concretamente, por mí?
Si esto es cierto, y yo lo creo, ¿qué debo hacer por Él?
-CREER. LLORAR. REZAR Y AMAR.
Este programa de vida lo podemos vivir:
-Contemplando el Crucifijo.
-Besando el Crucifijo.
-Dándole gracias.
¡¡¡Gracias,gracias,gracias!!! Jesús mío, ¡¡¡Has muerto por mí!!!.
MIRA AL CRUCIFIJO Y DILE
«No me mueve mi Dios para quererte, el cielo que
me tienes prometido, ni me
mueve el infierno tan temido para dejar por eso
de ofenderte. Tú me mueves, Señor. Muéveme el verte clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido, muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme en fin, tu amor, y en tal manera, que aunque no hubiera cielo, yo te amara y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera, pues
aunque lo que espero no esperara, lo mismo que te quiero te quisiera».
BESA EL CRUCIFIJO Y DILE
«Alma de Cristo Santifícame. Cuerpo de Cristo, Sálvame. Sangre
de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de
Cristo, confórtame. ¡Oh
buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti.
Del enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los
siglos de los siglos. Amén.

CONSÁGRATE A JESÚS
Dile: «Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo mi haber y mi poseer. Vos me lo distéis, a Vos, Señor lo torno. Todo es vuestro. Disponed a toda vuestra voluntad, dadme vuestro amor y gracia que ésta me basta».
LLEVA CONTIGO UN CRUCIFIJO
Y…»Métete en las llagas de Cristo Crucificado. Allí
aprenderás a guardar tus sentido, tendrás vida interior, y ofrecerás al Padre de continuo los dolores del Señor y los de María, para pagar por tus deudas y por todas las deudas de los hombres».
(Camino 288)
Ah, no te olvides: Jesús muere por ti y por mí para
que tú y yo muramos al pecado

Jesús Mateo. Sacerdote.

Martes Santo. 7 de abril de marzo de 2020.

Procesión de El Encuentro de la Santísima Virgen con su Hijo, en la Calle de la Amargura.

Es siete de Abril del 20
Martes Santo y confinados.
La Virgen de las Angustias
queda en su Penitencial
No va a cruzar el umbral.
No habrá Himno Nacional,
Ni empedrado de romero
No se abrirá hoy el portón.

La Señora estará en casa
sin poder ir al Encuentro,
Sin cofrades, ni mantillas,
Sin velas ni olor a incienso.
Sin frío o temor de lluvia,
Sin hombros de costaleros.
Sin que su Pueblo la espere
y le acompañe en su duelo.

Pero si, hoy es Martes Santo
Aún sin gente en las calles,
con Jesús te encontrarás.
Cargado con el Madero
Mil besos le lanzarás
Conteniendo tu amargura,
Amándole hasta el final
Con un dolor sin igual…

 

Dolor que te encoge el alma,
en estos días de Pascua.
Y que hoy tantos compartimos
Pues es tiempo de temor.
Tú qué luces cual Buen Faro
Madre siempre intercesora,
Condúcenos a encontrarnos,
con los que están olvidados.

Que hoy La Salve Popular
Suene también en tu puerta
Y Valladolid desierta,
Encienda velas en casa
Y que miremos al Cielo,
Reflejo de tu mirada,
Para hallar allí el consuelo
Que todo temor aplaca.

 

 

Celia Verdugo García
Abril 2020

Lunes Santo. 6 de abril de marzo de 2020.

Via Crucis de Hermandad en Las Angustias.

LUNES SANTO (Jn 12, 1-11)
El Domingo de Ramos por la tarde-noche, Jesús se retiró con sus Apóstoles a Betania para descansar.
Los Apóstoles estaban todos muy afectados e impresionados por el llanto y la pena del Maestro.
¿Cenaría y dormiría Jesús esa noche?
Yo creo que ni cenó ni apenas durmió.
Nos dice el Evangelista:
«Al día siguiente, muy de madrugada, cuando salían de Betania, Jesús sintió hambre. Al ver de lejos una higuera que tenía hojas, se acercó por si encontraba algo en ella, y cuando llegó no encontró más que hojas, pues no era tiempo de higos. E increpándola, dijo: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y sus discípulos lo estaban escuchando»
(Mc 11, 20).
Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, siente hambre como cualquiera de nosotros.
En cuanto a la higuera Él sabía bien que no era tiempo de higos. El Señor no maldijo la higuera en un momento de ira ni tampoco lo hizo por castigo, porque sabía que no era tiempo de higos. Este milagro de Jesús, tiene una intención alegórica: Jesús había venido a los suyos, al pueblo judío, con hambre de encontrar frutos de santidad y buenas obras, pero no encontró sino las prácticas exteriores, que al no tener correspondiente fruto se quedaban reducidas a mera hojarasca y apariencias.

(A los Apóstoles les asombró el ver y contemplar a la mañana siguiente la higuera seca.
También a ti y a mí nos tiene que impresionar si miramos nuestra vida y la encontramos sólo con hojas, con simple apariencia, y sin frutos de buenas obras en nuestro corazón. Que no nos ocurra como a la higuera del Evangelio). «Que tu vida no sea una vida estéril. Sé util. Deja poso»(Camino 1).

Tú y yo ¿estamos dando frutos de oración, de paciencia, de buen humor,
encerrados entre cuatro paredes por el Coronavirus?

En el Evangelio de hoy aplaudimos y admiramos la fe, el amor, la ternura, la delicadeza y la generosidad de una mujer.
A Jesús le ofrecieron una cena. En ella estaban invitados, los Apóstoles, Lázaro, Marta y María y mucha más gente.
«Marta servía y Lázaro era uno de los que estaba con Jesús en la mesa.
María tomó una libra entera de perfume de nardo, auténtico y costoso, le ungió a Jesús los pies y se los enjugó con su cabellera y la casa se llenó de la fragancia del perfume» (…) «Quebró el frasco, que era de alabastro, y lo derramó todo sobre la cabeza de Jesús» (Mc 14, 3).
¡¡¡QUÉ MARAVILLA DE MUJER!!!
(Es para salir todos al balcón -de nuestro corazón- y darle un aplauso. Se lo merece.
Jesucristo se lo agradeció
públicamente con estas palabras: «Está muy bien lo que ha hecho conmigo: se ha adelantado a ungir mi cuerpo para la sepultura. Y os digo que en cualquier parte del mundo en que se predique este Evangelio, se hablará también de lo que ha hecho, en recuerdo suyo». (Mt 26, 10)
Tú y yo le decimos de todo corazón: «Tomad, Señor, y recibid toda mi vida y mi corazón por entero…Todo es vuestro. Disponed de ello a vuestra voluntad».


Jesús Mateo. Sacerdote.

Domingo de Ramos. 5 de abril de marzo de 2020.

Es Domingo de Ramos en Las Angustias.